DICCIONARIO POR LA IGUALDAD (III)

 

Brecha de género y techo de cristal

Por Dulce María Triviño Romero

 

    La brecha de género se definiría como la diferencia que hay entre las tasas masculina y femenina en la categoría de una variable y se calcula restándole a la tasa femenina la tasa masculina. Cuanto menor sea el valor obtenido, más cerca nos encontraremos de la igualdad. 

 

    La brecha de género es además una forma de representar la desigualdad que existe entre hombres y mujeres en cuanto a derechos, oportunidades o recursos y esto puede ser aplicado a distintos campos; como el trabajo, la política o la educación. 

 

    Algunos ejemplos de la brecha de género son que en algunos países las mujeres no tienen acceso a la educación mientras que los hombres sí, y que las mujeres tienen más dificultad para acceder a algunos de los puestos más remunerados y suelen ocupar menos puestos públicos. 

 

        Esto además nos lleva a definir otro de los conceptos más importantes a la hora de hablar de la igualdad: el techo de cristal. El techo de cristal es una metáfora que hace referencia al tope o la barrera que detiene el ascenso de las mujeres hacia los altos puestos de trabajo en organizaciones, política y empresas, a pesar de tener la misma cualificación y méritos que sus compañeros. Algunas de las causas de esta barrera son que el papel del cuidado del hogar y de los hijos normalmente se adjudica casi exclusivamente a las mujeres y que las mujeres se tienen que enfrentar a un sinfín de prejuicios y tienen que demostrar mucho más que los hombres para poder ascender laboralmente. 

 

    Es importante, por lo tanto, que poco a poco vayamos destruyendo esta barrera para que así hombres y mujeres podamos tener las mismas oportunidades a la hora de acceder al mismo puesto de trabajo y para conseguir así la igualdad.